Es un herbívoro de cuello largo y se trata de la especie más grande descubierta en esa provincia. Fue hallado por paleontólogos del CONICET.
Un importante hallazgo se dio en la provincia de Río Negro. Un equipo de paleontólogos del CONICET descubrió restos fósiles de un nuevo dinosaurio herbívoro gigante de cuello largo, que vivió allí hace unos 90 millones de años, cuando transcurría el Cretácico Superior, último de los períodos de la "Era de los Dinosaurios".
La nueva especie, bautizada Chucarosaurus diripienda, será presentada este miércoles a las 19 en el Complejo Cultural Cipolletti, en dicha provincia, mientras el estudio de sus restos óseos fue publicado en la revista Cretaceous Research.
Los restos hallados, consistentes en distintos elementos de las extremidades de dos individuos diferentes, fueron descubiertos a unos 25 kilómetros al sur de la Villa el Chocón a fines de 2019, en el marco de una campaña del equipo paleontológico del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV) del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, a cargo del investigador del CONICET, Fernando Novas.
Allí ya se han hallado una gran cantidad de dinosaurios, incluyendo enormes carnívoros, como Taurovenator violantei, Aoniraptor libertatem, y Tralkasaurus cuyi, y otros pequeños como Overoraptor chimentoi.
A su vez, en esa zona se han descubierto restos de otros reptiles que vivían a la sombra de los dinosaurios, como cocodrilos, tortugas y tuátaras. Sin embargo, llamativamente, hasta el momento no se habían descubierto dinosaurios herbívoros.
"Chucarosaurus es un titanosaurio perteneciente al grupo de los saurópodos colososaurios (Colossosauria). Por el tamaño de su fémur, unos dos metros de largo, estimamos que debía pesar entre 40 a 50 toneladas y tener unos 30 metros de largo. Esto lo convierte en la especie más grande hallada hasta el momento en la Provincia de Río Negro", afirma Matías Motta, becario doctoral del CONICET en el MACNBR y coautor correspondiente del trabajo.
De acuerdo con Motta, sus 30 metros de largo equiparan a Chucarosaurus con otros dinosaurios herbívoros gigantes del Cretácico que se descubrieron en el sur del continente sudamericano, como Argentinosaurus, Patagotitan y Notocolossus, y que se hallan también entre los más grandes del mundo
"Sin embargo, los huesos conocidos del Chucarosaurus son notablemente más gráciles, lo que hace pensar que debía ser bastante más esbelto que otros gigantes", acota Federico Agnolín, primer autor del trabajo y también investigador del CONICET en el Rivadavia y en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara.
Motta agrega que "aunque se han descubierto dinosaurios más grandes que Chucarosaurus, la nueva especie rionegrina se suma al grupo de grandes dinosaurios herbívoros que dominaron los ecosistemas terrestres a fines del Cretácico".
La región patagónica es conocida por el recurrente descubrimiento de restos de dinosaurios herbívoros de gran tamaño. Estos supergigantes parecen haber sido muy abundantes y exitosos en América del Sur y se los registró en las provincias de Mendoza, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, y Río Negro.
Chucarosaurus fue encontrado junto a una gran cantidad de restos vegetales, en rocas que indican la existencia de ríos caudalosos.
En las cercanías al Chucarosaurus, los investigadores encontraron los restos del enorme dinosaurio depredador llamado Taurovenator. Todos estos hallazgos permiten a los paleontólogos conocer mejor cómo era el ecosistema del norte rionegrino hace unos 90 millones de años.
Por su parte, los investigadores destacan que hay que tener en cuenta que a fines del período Cretácico, la Patagonia era muy diferente a como se la ve hoy en día. Lejos de las mesetas áridas con arbustos espinosos, en aquel entonces la región se encontraba cubierta por bosques de araucarias y una gran diversidad de otros vegetales, y con un paisaje salpicado por lagos, lagunas y ríos, que permitían que prosperen diferentes tipos de animales.
"El estudio de Chucarosaurus amplía el conocimiento anatómico de los huesos apendiculares de los titanosaurios, como humero, fémures, isquiones y tibias, los cuales poseen caracteres diagnósticos a nivel de especie, que demuestran una mayor diversidad morfológica a la previamente conocida. Estas diferencias debieron estar vinculadas a diversas adaptaciones ecológicas en los ambientes continentales fluviales donde habitaban", concluye González Riga.